El megaproyecto ferroviario del Tren Maya sigue expandiéndose, y esta vez lo hace con una importante adición en Yucatán: un nuevo ramal que conectará el puerto de cruceros de Progreso con el resto de la red. Esta obra, considerada estratégica para el desarrollo económico y turístico del estado, comenzará su construcción en abril de 2025.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, confirmó que el nuevo tramo partirá desde Poxilá, en el municipio de Umán, y recorrerá hasta el puerto de Progreso, uno de los destinos turísticos y logísticos más relevantes del sureste mexicano. La obra estará a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), misma que ha liderado tramos clave del Tren Maya en otras entidades.
El ramal busca no solo mejorar la movilidad entre Mérida y la costa yucateca, sino también potenciar el papel del puerto de Progreso como un eje comercial, turístico y de conexión internacional. Actualmente, el puerto recibe decenas de cruceros al mes, y con la llegada del tren se espera un crecimiento considerable en el flujo de pasajeros y mercancías.
Según declaraciones del gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, esta obra forma parte del ambicioso plan estatal “Renacimiento Maya”, cuyo objetivo es modernizar la infraestructura del estado para atraer inversión, generar empleos y fortalecer la economía local.
“Esta conexión ferroviaria será histórica. No solo acercamos a miles de turistas a nuestras playas, sino que transformamos a Progreso en una verdadera puerta de entrada a la península”, destacó el mandatario.
Paralelamente, ya se trabaja en la ampliación del puerto de Progreso, que sumará 80 hectáreas a su infraestructura para convertirlo en un puerto de altura, capaz de recibir embarcaciones de gran calado y consolidar su papel en el comercio internacional.
Los estudios ambientales y la Manifestación de Impacto Ambiental están en proceso ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), como parte de los requerimientos legales para el inicio de obra.
La integración del Tren Maya con el puerto de Progreso promete convertirse en un detonante económico no solo para Yucatán, sino para toda la región sureste del país, alineándose con los esfuerzos federales por descentralizar el desarrollo económico nacional.