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La paradisíaca isla de Cozumel, reconocida mundialmente por sus arrecifes coralinos y su vibrante actividad turística, se encuentra en el centro de una creciente polémica tras la reactivación del proyecto del Cuarto Muelle de Cruceros, que busca expandir la capacidad portuaria de la isla.

Impulsado por la empresa Muelles del Caribe S.A. de C.V., el proyecto pretende instalar un nuevo muelle en la zona de Villa Blanca, al sur del malecón, con una inversión superior a los 44 millones de dólares. La empresa, ligada a un grupo empresarial local con experiencia en el sector portuario, ya cuenta con la concesión oficial otorgada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) desde 2022, así como con una resolución ambiental favorable obtenida en años anteriores, aunque esa aprobación sigue siendo cuestionada por especialistas y organizaciones ambientales.

Una isla que ya recibe millones de turistas al año

Cozumel es uno de los destinos más importantes de cruceros en el mundo. En años anteriores, ha llegado a recibir hasta 4 millones de pasajeros anuales, provenientes principalmente de Estados Unidos y Europa. La infraestructura actual incluye tres muelles: SSA México, Puerta Maya y Punta Langosta, que operan de manera constante con flujos intensos de visitantes.

Sin embargo, promotores del nuevo muelle argumentan que los cruceros modernos son cada vez más grandes, y que la capacidad actual podría volverse insuficiente en los próximos años. “No se trata de saturar la isla, sino de garantizar que tengamos la infraestructura necesaria para mantenernos competitivos frente a otros destinos del Caribe”, explicó un representante del sector portuario.

Una joya natural en riesgo: Villa Blanca

El proyecto se construirá frente a Villa Blanca, una zona costera frecuentada por locales y turistas por su acceso libre al mar. En sus aguas cristalinas habita una alta concentración de biodiversidad marina, incluyendo peces loro, tortugas, mantarrayas y al menos 40 especies de coral, algunas de ellas clasificadas como en peligro.

Uno de los arrecifes más emblemáticos del área es el Arrecife Paraíso, considerado un punto estratégico para el buceo recreativo y la restauración coralina. Ambientalistas han señalado que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por la empresa omitió hasta 13 especies de coral en riesgo, y no evaluó adecuadamente el impacto sobre los manglares ni sobre los pastos marinos.

“Construir un muelle ahí es como perforar el corazón del ecosistema costero de Cozumel”, advirtió la bióloga marina Miriam Arriaga, miembro del Colectivo Ciudadano Isla Cozumel. “Además del dragado, la operación continua de embarcaciones aumentará la sedimentación, alterará las corrientes y podría llevar a un colapso del sistema arrecifal”.

Protestas en tierra… y bajo el agua

La oposición ciudadana no se ha hecho esperar. Más de 150 mil personas han firmado una petición en línea para detener el proyecto. Las manifestaciones han incluido desde marchas por el malecón hasta protestas submarinas protagonizadas por buzos que, con pancartas en mano, exigieron respeto al ecosistema marino.

Diversos colectivos como Citymar, CIMAC, la Coalición Ciudadana Isla Cozumel y el grupo Acuática para Todos han formado un frente común para frenar la obra. “Aquí no se trata de estar contra el turismo”, dijo Carlos Nájera, activista ambiental. “Estamos defendiendo un patrimonio natural que no puede reemplazarse, ni con empleo temporal ni con cifras de inversión”.

Además, se han interpuesto recursos legales, incluyendo amparos ante tribunales federales. Aunque uno de ellos fue desechado en febrero de 2025, los colectivos han llevado el caso hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde esperan una resolución definitiva en los próximos meses.

Posturas encontradas entre autoridades y sindicatos

Por otro lado, sindicatos como la CTM y algunos empresarios turísticos locales han manifestado su respaldo al proyecto. Alegan que el nuevo muelle generará más de 500 empleos directos durante su construcción y operación, y que dinamizará la economía de la isla, aún resentida tras los efectos de la pandemia.

“Necesitamos fuentes de empleo estables y mejor infraestructura”, declaró Luis Mejía, líder sindical local. “No se puede detener el desarrollo con argumentos ambiguos”.

El gobierno federal, por su parte, ha mostrado señales contradictorias. Mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó el desarrollo portuario en la zona, la presidenta electa Claudia Sheinbaum declaró recientemente que no existe una Manifestación de Impacto Ambiental vigente para el proyecto, generando incertidumbre sobre su viabilidad inmediata.

¿Futuro incierto o desarrollo inevitable?

El proyecto del Cuarto Muelle está programado para iniciar obras en agosto de 2025, aunque esto dependerá del fallo de la Suprema Corte y de los permisos ambientales que aún deben confirmarse. Mientras tanto, la sociedad cozumelense se encuentra dividida entre quienes apuestan por el crecimiento turístico y quienes temen que el precio de ese desarrollo sea la destrucción irreversible de uno de los ecosistemas más valiosos del Caribe mexicano.